Se acerca el verano, lo cual significa mayor número
de horas bajo el calor del sol, y la aparición de sus efectos en la
piel; a pesar del uso adecuado de protección solar, la piel cambiará de
color sin sufrir daños, se bronceará. Por otra parte, se use o no
protección solar, si se abusa del sol, aparecerán otras reacciones más
severas: quemaduras. Hasta el punto de que la mayoría de la población ha
sufrido alguno de estos efectos y, actualmente, muchas personas han
experimentado o conocido, tal vez mediante algún amigo o familiar, un
término que empieza a hacerse cada vez más común: “alergia al Sol”.
La alergia solar es una reacción inmunológica,
causada por la sensibilidad a la luz solar, fenómeno conocido como
fotosensibilidad. Se produce cuando la piel expuesta al sol reacciona
anormalmente a la luz solar.
Se trata de una fotodermatosis (o dermatosis fotoalérgica)
En realidad, el término se refiere a una gran serie
de síntomas cutáneos que, si bien dependen del sol para su aparición o
empeoramiento, no son directamente provocados por éste. Son reacciones
cutáneas generadas por el sistema inmunológico y que se expresan a
través de la piel, tras el contacto, de forma habitual u ordinaria, con
la luz solar.
Estas reacciones están mediadas por el sistema
inmunológico y, dependiendo de la que se trate, se requerirá que el
sujeto se exponga más de una vez a una fuente lumínica o bien puede ser
resultado de las primeras exposiciones.
Así mismo, para que esta reacción se lleve a cabo, se
requiere que la persona afectada tenga una predisposición de base, que
puede ir desde una enfermedad, estar bajo tratamiento con algún fármaco o
utilizar alguna sustancia tópica que tenga la particularidad de
reaccionar al ser expuesta a una fuente de luz. O bien, tratarse de
alguna reacción idiopática donde no hay ningún factor relacionado.
Entre las reacciones alérgicas al sol, hay que distinguir dos tipos: una es la urticaria solar, que es la desencadenada directamente por el sol, y otra es la alergia al sol o reacción fotoalérgica, que está causada por otras sustancias cuando entran en contacto con la luz solar.
En la actualidad, su prevalencia no está bien
establecida. Aún así, la mayoría de los casos registrados se han
relacionado con el uso previo de fármacos o cosméticos con propiedades
fototóxicas y se ha llegado al diagnóstico mediante técnicas
específicas. Hay colonias o cremas , que son fototoxicas (al darles el sol, provocan pigmentaciones y urticarias varias).
Las manifestaciones pueden variar, desde cuadros
similares a la urticaria hasta la aparición de habones y eritema de la
piel similar a una quemadura, especialmente en las áreas expuestas al
sol; suelen ceder satisfactoriamente al retirarse de la luz varios
minutos o al eliminar el factor implicado.. En los casos más graves, la puede producir mareos, ahogo o cefaleas. La alergia al sol no es hereditaria, ni existe algún grupo colectivo con una tendencia mayor a desarrollarla.
Dependiendo del caso, suelen mejorar a medida que el paciente se expone a pequeñas dosis de radiación solar de forma constante, evitando las horas de mayor insolación (de 10:00 a 14:00h), resguardándose en áreas sombrías, utilizando sombrillas, sombreros y ropa (medios físicos). Si las reacciones han sido graves o el factor productor no puede eliminarse, lo mejor será acudir al pediatra , pues aveces tambien hemos detectado alergias a los conservantes de las cremas protectoras y/o en combinacion a los plasticos de los flotadores, manguitos y colchonetas utilizados en el mar o las Piscinas (sobretodo aqui la interaccion con el cloro y los reductores de Ph ), pueden causar eritemas y eczemas de varios tipos y gravedad.
Y es que algunas sustancias tópicas como ciertos medicamentos (antibioticos, antiiflamatorios, antihipertensivos, diuréticos, antiepilepticos quimioterápicos o antiacné), cremas solares, perfumes, desodorantes, cosméticos, productos industriales, hortícolas o ganaderos, plantas u otros productos pueden aumentar la sensibilidad que tienen algunos niños y personas al sol, y causar estas reacciones fotoalérgicas cada vez más frecuentes entre la población cuando llega el verano.
Fuente: Tratado de alergología SEAIC 2013. Tomo II pág. 1216.
http://www.guiainfantil.com/1682/la-alergia-al-sol-en-los-ninos.html
DRA. MARIBEL CALPE (Nº Col.24.171)
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