Qué es la fiebre? DECALOGO DE LA FIEBRE DE LA AEP Asociacion española de Pediatria)
La fiebre es el aumento de la temperatura del cuerpo,
cuando supera los límites que se consideran normales. No es una
enfermedad, es un síntoma de otras enfermedades.
Se considera fiebre si la temperatura es mayor de 38 grados centígrados.
¿Qué origina la fiebre?
La causa más habitual de la fiebre, especialmente en
lactantes y niños, son las infecciones. Normalmente son infecciones
virales y, menos frecuentemente, infecciones bacterianas.
El arropamiento excesivo, el exceso de calor y la deshidratación, a veces, originan fiebre.
También puede aparecer fiebre como manifestación de
otras enfermedades (enfermedades reumatológicas, intoxicaciones,…),
aunque esto es muy raro.
¿Es grave o contagiosa?
La fiebre por sí sola no es contagiosa; sí pueden
serlo algunas de las enfermedades que producen la fiebre, especialmente
las infecciones virales.
Por sí misma no debe considerarse un signo de gravedad y no causa daño en el cerebro.
Ni el grado de fiebre que tiene un menor ni la respuesta a los medicamentos son indicativos de gravedad.
¿La fiebre tiene alguna utilidad?
La fiebre forma parte de los mecanismos de defensa
del organismo; elevar la temperatura activa nuestros mecanismos de
defensa y los ayuda a realizar mejor su trabajo.
¿Cómo sabemos si tiene fiebre?
Hay datos que pueden ayudarnos a detectar la fiebre,
como son: el aumento de las pulsaciones del corazón, aumento de las
respiraciones, enrojecimiento de la piel, sensación de calor al contacto
con el niño. Pero la mejor forma de confirmar su presencia es medirla
con un termómetro.
Actualmente está prohibida la venta de termómetros de mercurio.
Hay diferentes tipos de termómetros; los más fiables son los digitales.
¿Siempre hay que tratar la fiebre?
No siempre es necesario tratar la fiebre. Recuerde
que forma parte de los mecanismos de defensa; debemos tratarla si causa
malestar o disconfort o si se trata de fiebre elevada. También se debe
tratar en los niños que tienen enfermedades graves que afecten al
corazón, pulmón, bronquios y sistema nervioso.
Para tratar la fiebre se usan los antitérmicos. El
que debemos usar habitualmente es el paracetamol, vía oral o rectal. La
dosis depende del pes del menor y se podrá administrar cada 4-6 horas.
También se puede emplear el ibuprofeno, cada 6 u 8 horas, a dosis que
dependen del peso. Éste no debe utilizarse en menores de 6 meses.
No debe alternar antitérmicos de forma rutinaria; solo en casos muy concretos y siempre por prescripción médica.
Recuerde mantener los medicamentos fuera del alcance de los niños.
Los antibióticos no quitan la fiebre, y no deben emplearse, salvo que se los indique el médico o pediatra.
Es muy importante que esté bien hidratado, asegurándonos de que toma líquidos con frecuencia.
Debemos consultar con nuestro pediatra o médico si el menor:
Tiene fiebre alta (mayor de 40 grados).
Es menor de dos años y tiene fiebre durante más de 24-48 horas.
Es mayor de dos años y tiene fiebre durante más de 48-72 horas.
Presenta manchas en la piel que han aparecido coincidiendo con la fiebre o en las horas previas.
Está muy irritable, el llanto es intenso y difícil de calmar, o está muy decaído (a pesar de bajar la fiebre).
Rechaza alimentos y líquidos de forma continuada.
No orina o la orina es muy escasa.
Ante cualquier circunstancia extraña o anormal que acompañe a la fiebre.
Mientras mantenga fiebre, debemos vigilar:
Su estado general: aspecto, color, respiración. Observar si tiene manchas.
Su comportamiento y actitud: si está adormilado, muy irritable, con llanto excesivo o muy decaído.
Si tiene algún dolor especifico (garganta, oído, pecho, abdomen, cabeza,…).
Si presenta dificultad para mover el cuello, rigidez.
Si tiene dificultad o alteraciones en la respiración.
Si la orina es maloliente, de color distinto al habitual o muy escasa.
Si tiene vómitos o diarrea persistentes o muy abundantes.
¿Cuándo hay que acudir a urgencias?
Si aparece alguna de las siguientes situaciones se debe consultar de forma urgente. Aunque no quiere decir, obligatoriamente, que presente una enfermedad grave.
– Fiebre en un menor de 3 meses.
– Fiebre alta y alguna enfermedad crónica grave
(malformación del corazón, inmunodeficiencia, cáncer en tratamiento
quimioterápico,…).
– Rigidez de cuello, dificultad para flexionar el cuello.
– Manchitas en la piel de aparición reciente, de color rojo oscuro o morado, que no desaparecen al estirar la piel de alrededor.
– Decaimiento, irritabilidad o llanto excesivo y difícil de calmar.
– Convulsión o pérdida de conocimiento.
– Dificultad para respirar (marca las costillas y
hunde el esternón, se oyen como silbidos cuando respira, respiración muy
rápida, agitada, etc.).
– Vómitos muy abundantes, casi continuos.
Dónde encontrar más información (en español) en InternetDecálogo de la fiebre de la AEPAP. Disponible en: http://www.aepap.org/biblioteca/ayuda-en-la-consulta/decalogo-de-la-fiebre
Familia y salud: fiebre. Disponible en: http://www.familiaysalud.es/nos-preocupa-que/fiebre
Kidshealth: La fiebre y cómo tomar la temperatura de su hijo. Disponible en:
http://kidshealth.org/parent/h1n1_center/h1n1_center_esp/fever_esp.html
Guía de Salud proceso fiebre en la infancia, información para pacientes. Disponible en: http://www.juntadeandalucia.es/salud/export/sites/csalud/galerias/documentos/c_6_c_7_guias_de_informacion_para_pacientes/guia_fiebre_infancia.pdf
FUENTES : FAMIPED: http://www.famiped.es/sumario
DRA. MARIBEL CALPE.
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